La agilidad pivota y se construye de manera descarada sobre las

personas. La Agilidad no es automatizar o, exclusivamente.

digitalizar tareas, procesos, etc para hacerlos más productivo.

Agilidad es entregar valor al cliente de manera continuada bajo

ciclos cortos (para intentar controlar el riesgo) a través de equipos

de trabajo altamente comprometidos y muy motivados. Y la

pregunta es; ¿Cómo gestionamos este equipo? ¿Cómo conseguimos

el compromiso y la motivación del equipo de trabajo?... La gestión

de un equipo ágil recoge una serie de principios, enfoques y

planteamientos bien distitnos a la gestión de un equipo de manera

más convencional. Y todo eso “regado” con algo que se llama

“Grown Mindset” o “mentalidad de crecimiento”.