Los 90 créditos se repartirán del siguiente modo: 60 ECTS corresponden al denominado “curso de formación” 30 ECTS corresponden a las “prácticas externas” Los contenidos y la duración de los módulos guarda relación directa con las materias que son más habituales en el ejercicio profesional inmediato. Los dos primeros módulos forman parte del “curso de formación”, el tercero agrupa las “prácticas externas”, y en el cuarto se sitúa el “Trabajo de Fin de Máster”. Prácticas Externas en Administraciones Públicas (segundo semestre, 75 horas) Prácticas Externas en Órganos Jurisdiccionales (segundo semestre, 75 horas) Prácticas Externas en Despachos de Abogados I e II (tercer semestre, 600 horas) Las Prácticas Externas son tutorizadas in situ por profesionales pertenecientes a administraciones públicas (fundamentalmente letrados de la Xunta de Galicia, Concello de Santiago, USC, Seguridad Social, etc.), órganos jurisdiccionales (magistrados, fiscales y letrados de la administración de justicia) y abogados del Colegio de Santiago. Normalmente, la asignación de despachos, órganos jurisdiccionales y gabinetes de administraciones públicas se produce en una relación de un tutor/a por alumno/a. Los módulos y las materias que integran el curso de formación se imparten a lo largo de los dos primeros semestres (primer año), al igual que una pequeña parte de las prácticas externas (las correspondientes a administraciones públicas y órganos jurisdiccionales); mientras que las prácticas externas en despachos de abogados y el Trabajo Fin de Máster son impartidos durante el tercer semestre (segundo año). Por lo tanto, la duración total del Máster en períodos de tiempo es de tres semestres, esto es, un año y medio. El Máster se imparte en las dependencias de que dispone la Escuela de Práctica Jurídica en la Facultad de Derecho. Las aulas están dotadas de medios tecnológicos (conexión a internet, computador portátil para cada alumno/a, cañón de video, etc.) necesarios para una enseñanza adaptada al EEES; incluidas dos salas de audiencias para la celebración periódica de juicios simulados con sistema de grabación propio. El régimen de docencia es presencial, exigiéndose un mínimo de un 85% de asistencia en cada materia para poder ser valorado por el sistema de evaluación continua y de un 65% para acceder al sistema de evaluación final. Las clases del “curso de formación” se desarrollan ordinariamente de lunes a viernes de 16:00 a 20:30 h, debiendo el alumnado disponer, en épocas concretas, de algún tempo más para la tramitación de juicios simulados, asistencia a actividades formativas, reuniones informativas y de coordinación, etc. En el segundo semestre del primer curso, comenzarán por la mañana, al mismo tiempo que las clases de aula, las prácticas externas en administraciones públicas y órganos jurisdiccionales. En el tercer semestre (segundo curso académico) habrá prácticas externas en despachos de abogados (en horario de mañana y tarde), así como tutorías vespertinas a lo largo del semestre para preparar el TFM. Las actividades académicas comienzan a principios de septiembre. Para más información, consultar la página web de la Escuela de Práctica Jurídica y de la Facultad de Derecho. La impartición de este máster está condicionada a alcanzar el número mínimo de alumnos establecido por el decreto 222/2011, de 2 de diciembre, por el que se regulan las enseñanzas universitarias oficiales en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia. Y la existencia de dos grupos sujeta a que el segundo grupo alcance la cifra mínima de 22 matriculados, caso contrario habrá un solo grupo de 40 alumnos.

El Máster en Abogacía tiene como orientación general la transmisión al alumnado de los conocimientos, competencias, aptitudes, habilidades y destrezas que le permitan: El ejercicio de la profesión de abogado, con sujeción a las normas deontológicas y estatutarias, en los ámbitos que le son propios. Manejar con eficacia, responsabilidad y seguridad las técnicas y modos de actuación profesional propios de la abogacía. Adquirir una mecánica de razonamiento jurídico y, en consecuencia, obtener una base genérica de la práctica jurídica en todas las materias propias del derecho positivo, para que simultánea y paulatinamente pueda aspirar a la especialización. Conseguir contactos profesionales que les posibiliten introducirse en la profesión de la mano de compañeros más experimentados, al tiempo que propician el acercamiento entre los abogados nuevos y los más veteranos, lo que desemboca en colaboraciones profesionales futuras.